Según Bernardo de la Torre, director general del Centro y Albergue Madre Teresa de Calcuta, se ha observado una significativa disminución, de hasta 60 por ciento, en el número de personas provenientes de Centroamérica y el sur de México que llegan a la ciudad de Cuauhtémoc en busca de mejores condiciones de vida.
Este fenómeno se atribuye directamente a la violencia que azota a la región, manifestada en homicidios dolosos, robos y asaltos, lo que ha generado una alarmante percepción en países y entidades vecinas sobre las adversas condiciones de seguridad en el estado.
A pesar de la disminución en la migración regional, el flujo de personas serranas hacia Cuauhtémoc ha experimentado un crecimiento. Estos migrantes llegan con la esperanza de mejorar su calidad de vida, encontrar alojamiento digno y asegurar un empleo bien remunerado con prestaciones.
Sin embargo, este cambio en los patrones migratorios también ha puesto de manifiesto problemas urgentes que requieren atención inmediata. Las personas llegan a la ciudad con necesidades apremiantes y, en muchos casos, padecen enfermedades que no están siendo atendidas adecuadamente. Los centros particulares y asociaciones no pueden brindar cobertura suficiente para abordar todas las situaciones.
Ante esta compleja realidad, Bernardo de la Torre hace un enérgico llamado a las autoridades para que evalúen de manera exhaustiva la situación de los migrantes en la región y propongan soluciones efectivas. La importancia de abordar adecuadamente la migración y garantizar el bienestar y la atención adecuada a quienes llegan a la ciudad no puede ser subestimada.
La reducción de la migración desde Centroamérica y el sur de México, aunque alivia algunas presiones, también plantea desafíos únicos para la comunidad y las autoridades locales. Es crucial que se aborden las causas fundamentales de la migración, así como las necesidades de los migrantes que ya están en la ciudad, con empatía y responsabilidad para lograr un equilibrio sostenible en beneficio de todos.